Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
El viernes después del cuarto jueves de noviembre se celebra el Black Friday, un evento importado de Estados Unidos que inaugura la temporada de compras navideñas con significativas rebajas en muchas tiendas minoristas y grandes supermercados. El origen del nombre y la historia de su popularidad, el rol del comercio en Argentina, el caso del Cyber Monday y el rol de los profesionales de ciencias económicas en el eCommerce.
Todos los años, el viernes después del cuarto jueves de noviembre, se celebra en Argentina y varios países del mundo el ya famoso Black Friday, evento dedicado al consumo, con una ola de rebajas en mercaderías y productos.
Si bien hoy es sinónimo de compras y descuentos, comenzó siendo un día histórico (y catastrófico) en el siglo XIX. Es que debido a un exceso de oferta de oro realizado por el presidente de los Estados Unidos Ulises Grant en 1869, los precios alrededor del país norteamericano cayeron un 18%, creando así un caos económico que afectó las fortunas de muchas personas. Ese 24 de septiembre fue bautizado como el “Black Friday”, la primera vez que se utilizó el término.
Pero los orígenes de esta celebración se encuentran en Filadelfia, la ciudad más grande del estado de Pensilvania. En la década del ´50, los policías de la ciudad llamaban así al día después de Acción de Gracias, cuando las tiendas promovían grandes descuentos para el viernes, que solía coincidir con el esperado partido de fútbol americano anual entre el Ejército y la Marina.
La jornada festiva era una pesadilla para el Departamento de Policía, que trabajaba horas extra para contener a la avalancha de personas que llegaba para hacer sus compras de Navidad y asistir al encuentro deportivo. Ante el caos, ningún policía pudo tomarse el día libre en la víspera del partido, por lo que bautizaron ese día con el nombre de "Viernes Negro". La iniciativa tuvo tal éxito que pronto los comerciantes de Filadelfia empezaron a usar ese término para describir a las hordas de personas que se daban cita en las tiendas de la ciudad el día después de Acción de Gracias.
Sin embargo, el Black Friday no se popularizó hasta varios años después, a partir de la difusión dada por la prensa escrita. En 1966, el término apareció impreso por primera vez en la revista The American Philatelist, pero la consagración del evento dedicado al consumo llegó de la mano del prestigioso periódico americano The New York Times, el cual usó esta misma expresión el 19 de noviembre de 1975. Su intención era referirse al problema de tráfico que se generó en esa ciudad a raíz de los descuentos del día posterior a Acción de Gracias, al igual que había ocurrido una década atrás en Filadelfia. En la década de 1980, el Black Friday ya refería a un evento netamente comercial, con descuentos que daban inicio a los preparativos navideños.
Y eso no sería todo: para contemplar todos los frentes, a esa movida surgida para las compras presenciales, se le sumaría, ya entrado el siglo XX y con las redes sociales como aliadas fundamentales, el Cyber Monday, que potencia al Black Friday pero con compras íntegramente realizadas por Internet. Si bien en nuestro país este año tuvo lugar el 6 y 7 de noviembre, el resto del mundo se rige por la lógica norteamericana: se celebra el lunes posterior al día de Acción de Gracias, en un fin de semana destinado por completo a las compras.
En Argentina, el Cyber Monday es organizado por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), al igual que el Hot Sale, que tiene lugar los primeros días de mayo; mientras que el Black Friday es llevado adelante por cada marca de forma independiente.
El primer Black Friday del país fue impulsado por la marca Sarkany en el 2012. En el mismo año, tuvo lugar la primera edición del Cyber Monday. Pandemia mediante, “la virtualidad en el comercio es una realidad que le ha permitido y le permite a muchas empresas, existir o mejorar sus resultados”, sostiene Carlos Elizondo, Magíster en Marketing y Director de la Licenciatura en Comercialización de la Universidad de Morón.
“Creo que el problema más profundo para algunas empresas es haber 'comprado' la idea de que estar en la web es fácil y económico, dos conceptos apócrifos. Se necesita, como se hace con la apertura de una sucursal (física): personal, recursos materiales, tiempo y estrategias claras para ser exitosos. No se trata de tener presencia en internet y luego no responder consultas, no actualizar la página, no tener disponibilidad de producto o precio, o no cumplir con lo que se promete”, agrega Elizondo, quien insiste en que “si no se puede ofrecer un verdadera Propuesta de Valor, mejor no participar. Estar por estar puede dañar la marca y su credibilidad”.
Para Renato Rossello, Ingeniero en Informática y Director de la Comitiva Atlántica de CACE, la cita online es “una oportunidad para un emprendedor o pequeño comercio para dar a conocer su marca y su tienda online, asociada a un rubro en particular y para conseguir nuevos clientes a quienes luego podrá fidelizar con el objetivo que sigan comprando en su tienda”.
Según el Reporte de Talentos del eCommerce en Argentina, un informe realizado por la propia CACE, el 50% del total de las empresas relevadas tenía vacantes al momento de la encuesta y el 80% de las empresas encuestadas contrató personal para su área de eCommerce en el último año.
Desde ya, el crecimiento e instalación de la modalidad de compra online genera desafíos y oportunidades laborales. “Dos de las funciones más difíciles de cubrir son Inteligencia de mercado y Marketing, dos temas afines a las competencias de los profesionales de ciencias económicas. Es así que, claramente, los profesionales de ciencias económicas tienen una gran oportunidad de inserción laboral en posiciones vinculadas al comercio electrónico, siendo clave para ello la formación y especialización en el tema”, añade Rossello en diálogo con RePro.
Para Elizondo, “los argentinos nos acostumbramos a comprar virtualmente usando diferentes canales y medios, pero nos pone muy ansiosos la espera en las entregas, por lo cual, Logística y Distribución son los grandes protagonistas de esta era digital desde el proceso comercial”.
En 2022, el eCommerce continuó creciendo y se configuró como un hábito de compra cada vez más común entre los consumidores argentinos. Según el Estudio Anual de CACE, en 2022 se vendieron 422 millones de productos, un 11% más que en el año anterior, a través de 211 millones de órdenes de compra (un 8% respecto al 2021). A su vez, el estudio registra que más de un millón de personas compraron por primera vez por este medio, alcanzando un total de 21.828.205 compradores online, registrando una facturación de $2.846.000 millones (dos billones ochocientos cuarenta y seis mil millones de pesos).