Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La múltiple aparición y masificación de tecnologías disruptivas han modificado la forma en que se trabaja. En distintas publicaciones periodísticas e investigaciones, vemos que las tareas de registración contable, auditoría y liquidación de impuestos, relativas al expertise del contador público, son indicadas como algunas de las posiciones que están en alto riesgo de ser reemplazadas por la automatización de procesos, y eso inmediatamente pone en duda el porvenir de los profesionales, actuales y futuros. El autor enfatiza en la necesaria actualización de las cajas de herramientas del contador público, que requiere empezar a entender las principales tecnologías que hoy conforman la industria 4.0, con el objetivo de lograr la integración a la economía digital y comprender su impacto en el modelo de negocio de las organizaciones y la profesión, en pos de generar nuevas propuestas de valor atractivas para los clientes.
En el contexto actual, no hay discusión respecto a que las tecnologías de la denominada Industria 4.0 han impulsado la Cuarta Revolución Industrial, determinando así una nueva economía digital. Esta economía abarca a una población global potencial de más de 8 billones de personas, con más del 57% ubicada en zonas urbanas. De este grupo, más del 68% son suscriptores de tecnología móvil, más del 64% son usuarios de internet y prácticamente un 60% tiene una presencia en redes sociales.
A diferencia de las revoluciones industriales anteriores, esta cuarta revolución se caracteriza por la masividad de las tecnologías involucradas. En la Primera Revolución Industrial, de fines del siglo XVIII, la tecnología disruptiva fue la máquina de vapor, que permitió la mecanización de los procesos industriales; en la Segunda Revolución Industrial, de fines del siglo XIX, fue la electricidad la que contribuyó en el desarrollo de la línea de montaje y la producción en serie. Por su parte, en la Tercera Revolución Industrial, durante la segunda mitad del siglo XX, la computación habilitó la automatización de procesos. En esta Cuarta Revolución Industrial, un elemento distintivo es la múltiple aparición y masificación de tecnologías disruptivas en un mismo espacio temporal.
Hablamos de computación en la nube, Internet de las cosas (IoT), de Analítica de Datos y Big Data, inteligencia artificial (IA), blockchain, robots autónomos, impresión aditiva, ciberseguridad, realidad virtual y aumentada, entre otras disrupciones; todo un conjunto de tecnologías que, más allá de tener desarrollos de investigación hace décadas, irrumpieron masivamente en la sociedad prácticamente en un mismo marco temporal reciente.
Esta incorporación de tecnología ha tenido derivaciones o impactos no solamente económicos, sino también sociales y culturales, y es lo que ha dado origen al concepto de transformación digital.
Dicho proceso no debe considerarse como la simple incorporación masiva de tecnologías en las organizaciones, sino más bien como el proceso a través del cual gestionamos la innovación tecnológica en el modelo de negocio de las mismas. Y es probablemente esta forma de concebir la transformación digital, a partir de la innovación y creación de valor, la que nos aproxima más a los profesionales de ciencias económicas a este fenómeno de la transformación digital.
Es decir, no se trata solo de adoptar una tecnología, sino que el éxito en obtener los resultados prometidos por la tecnología radica en cómo, innovando con ella, impactamos en el modelo de negocio de la organización, y transformamos su propuesta de valor.
Es cierto que todo proceso de transformaciones profundas obliga a replantear lo que hacemos y cómo lo hacemos. En esta línea, y con relación a las profesiones de las ciencias económicas, en particular la del contador público, mucho se ha escrito respecto al impacto de estas nuevas tecnologías en el futuro de las propias profesiones.
Podemos encontrar investigaciones y notas periodísticas, en donde se manifiesta el riesgo para algunas ocupaciones o tareas profesionales, producto de la incorporación de estas tecnologías, y la consecuente sustitución de la labor profesional.
Es así como en distintas publicaciones vemos que las tareas de registración contable, auditoría, liquidación de impuestos, entre otras, son generalmente indicadas como algunas de las posiciones que están en alto riesgo de ser reemplazadas por la tecnología, y eso inmediatamente pone en duda el porvenir de los profesionales, actuales y futuros. Tal vez, estas miradas reparan en un análisis estático de la situación, sin contemplar la capacidad o la habilidad de las profesiones para transformarse y adaptarse a las nuevas circunstancias.
Para graficar la preocupación, resulta interesante el último informe sobre el futuro del trabajo del Foro Económico Mundial: en el apartado donde analiza el impacto de la tecnología en el trabajo para el período 2023 – 2027, nuevamente aparecen posiciones como oficiales de compliance, auditores, contadores, liquidadores de sueldos y liquidadores de impuestos con pérdidas neta de puestos de trabajo, ya que se entiende que son tareas que reúnen condiciones para su automatización y reemplazo por la tecnología.
Pero por otro lado, cuando se analizan algunos de los puestos que van a tener un saldo positivo en relación a la creación de empleo (a partir de estas nuevas tecnologías disponibles), se encuentran posiciones tales como analistas de inteligencia de negocios; analista de seguridad de la información; especialistas en análisis de datos; especialistas en Big Data, especialistas en transformación digital, en comercio electrónico, en estrategia y marketing digital; en desarrollo de negocios, en automatización de procesos, en gestión de riesgos y de líderes de proyecto, entre otras. Todo el listado responde a posiciones donde el punto común tiene que ver con el negocio, con los datos, la información y su protección; en definitiva, enfatiza la creación de valor.
Como quedó expuesto, se trata de posiciones en donde el elemento central es el acompañar los procesos de toma de decisiones basados en información. Y ese siempre ha sido uno de los principales aportes de la profesión de Ciencias Económicas: el generar información útil para el apoyo de la toma de decisiones. Esa es la oportunidad que nos ofrece la tecnología a los contadores públicos.
Estos frenéticos cambios suponen, probablemente al igual que las organizaciones, pensar en el proceso de transformación digital de nuestra profesión. Recuerdo cuando me estaba formando en la facultad y los profesores nos explicaban que a lo largo de la carrera íbamos a ir incorporando distintos instrumentos a nuestra caja de herramientas, junto al desarrollo del criterio profesional, para saber en qué ocasión utilizar cada una.
Estamos en un momento en donde debemos avanzar en la actualización de las cajas de herramientas del contador público y esto requiere empezar a entender las principales tecnologías que hoy conforman la industria 4.0, con el objetivo de poder integrarnos en esta economía digital, con un rol activo y una actitud proactiva para comprender la tecnología y su impacto en el modelo de negocio de las organizaciones y la profesión. Esto es: avanzando en la digitalización de nuestros servicios, y también innovando y acercando nuevas propuestas de valor a nuestros clientes.
Del conjunto de tecnologías de la industria 4.0 disponibles, en las que más deberíamos centrar la atención son en la computación en la nube, ciberseguridad, blockchain, inteligencia artificial, analítica de datos e Internet de las cosas. A continuación, sin que sea una lista exhaustiva ni definitiva, algunas razones para conocer y comprender estas tecnologías emergentes:
A partir de la comprensión de estas tecnologías, podemos entender cómo impactan en los negocios, las características de los datos involucrados, el efecto en las responsabilidades y los riesgos, y de qué manera afecta a los sistemas de control interno y de la seguridad de la información. De esta manera, podremos actualizar nuestra caja de herramientas, sortear las dificultades y también aprovechar las oportunidades que esta Cuarta Revolución Industrial, y esta economía digital, están ofreciendo en particular a los contadores públicos.
1. We Are Social. Reporte Digital (2023). https://wearesocial.com/es/blog/2023/01/digital-2023/
2. Frey, C. B., & Osborne, M. A. (2017). The future of employment: How susceptible are jobs to computerisation?. Technological forecasting and social change, 114, 254-280.
3. World Economic Forum. (2023). Future of Jobs Report 2023.
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