Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La era digital ha revolucionado la forma en que las empresas operan y gestionan sus recursos, y la automatización de procesos es un componente esencial de esta transformación. Contrario a lo que se piensa, dicha automatización no busca reemplazar a los empleados, sino liberarlos de tareas repetitivas, lo que genera un gran abanico de posibilidades laborales para los profesionales en ciencias económicas, quienes desempeñan un papel fundamental en este proceso. Luchar contra el prejuicio del antagonismo falaz entre máquinas y humanos y el consecuente y lógico temor a la pérdida del empleo es uno de los objetivos de este artículo, que enmarca a las tareas de automatización y a la labor de los expertos como actividades complementarias.
Imaginemos un mundo donde nos despertamos cada día sin la necesidad de estar pendiente de las tediosas tareas rutinarias que han sido parte de nuestro trabajo por años. En este mundo, las declaraciones juradas se generan automáticamente con un solo clic, las tareas de auditoría se realizan en segundos, y la facturación se completa sin intervención manual. ¿Qué pasaría si fuéramos liberados de las labores repetitivas para enfocarnos en lo que realmente importa: el análisis estratégico, la toma de decisiones y la creación de soluciones creativas para nuestros clientes?
"La automatización nos libera de todas las rutinas tediosas para que podamos concentrarnos en las cosas que realmente importan". Esta cita de Tom Preston-Werner, cofundador de GitHub, resalta la esencia de la automatización de procesos: liberarnos de las tareas repetitivas para enfocarnos en lo esencial. El futuro de la automatización de procesos en nuestra profesión nos presenta una visión de un mundo en el que nuestras habilidades y conocimientos se aprovechan al máximo, y donde la eficiencia y la innovación son las piedras angulares de nuestra labor diaria.
Si bien la automatización de procesos no es una novedad, ha tomado un papel protagónico en la última década. La era digital ha revolucionado la forma en que las empresas operan y gestionan sus recursos, y es un componente esencial de esta transformación.
Desde los inicios de la civilización, los seres humanos hemos buscado formas de simplificar y “automatizar” tareas. Si bien no se conocía el termino tal como se lo conoce hoy, ya desde las poleas y palancas de la antigua Grecia hasta los sistemas mecánicos de la Revolución Industrial, la automatización ha sido y sigue siendo una constante en la evolución de la sociedad y ha recorrido un largo camino desde entonces, pero su objetivo fundamental sigue siendo el mismo: mejorar la eficiencia.
Antes de sumergirnos en los detalles, es importante definir qué significa la automatización de procesos en el contexto empresarial. En términos simples, se refiere al uso de la tecnología para realizar tareas o actividades de forma automática, sin intervención humana directa. Esto puede abarcar desde tareas rutinarias y repetitivas hasta procesos más complejos y estratégicos.
La automatización puede aplicarse en diferentes áreas de una organización, desde la gestión financiera hasta la producción, recursos humanos, ventas y atención al cliente. El objetivo es aumentar la eficiencia, reducir errores, acelerar los tiempos de respuesta y liberar a los empleados para que se centren en tareas que requieren habilidades humanas, como la toma de decisiones y la creatividad.
Con todo esto, surgen algunos interrogantes: ¿cuál sería nuestro rol como profesionales en ciencias económicas respecto de este fenómeno que ya está ocurriendo? ¿Es necesario saber programar?
La realidad es que aportamos una perspectiva única en la automatización de procesos ya que nuestro conocimiento sobre finanzas, impuestos, contabilidad y gestión nos permite comprender a fondo los procesos empresariales, identificar áreas críticas que se pueden automatizar y evaluar el impacto financiero de estas decisiones.
En la etapa de diseño, como expertos, trabajamos en estrecha colaboración con equipos de tecnología y operaciones para determinar las necesidades específicas de la empresa y definir los objetivos de automatización. Esto implica evaluar los costos iniciales, los beneficios a largo plazo y la viabilidad financiera de la implementación. Durante esta etapa, jugamos un papel esencial en la gestión del cambio: ayudamos a las organizaciones a comprender cómo la automatización afectará la estructura de costos, el rendimiento y los flujos de efectivo garantizando que se cumplan los estándares contables y fiscales pertinentes en el proceso de automatización.
A su vez, la supervisión continua es otro aspecto crítico ya que, a medida que los sistemas automatizados se ejecutan, evaluamos su desempeño y realizamos análisis de costos para asegurarnos de que se mantengan los beneficios previstos y que se cumplan las metas financieras. También, debemos estar muy atentos a las oportunidades para optimizar aún más los procesos automatizados.
Como vemos, nuestro rol como profesionales en ciencias económicas es multifacético y no requiere conocimientos de programación, aunque particularmente, siempre lo recomiendo ya que ayudaría a entender mucho mejor ciertos procesos y daría “puntos extra” a la hora de aplicar a trabajos relacionados. Como expertos, no solo aportamos experiencia en finanzas y contabilidad, sino que también actuamos como facilitadores clave en la integración de tecnología y procesos empresariales. Esta capacidad para evaluar y optimizar el impacto financiero de la automatización es esencial para el éxito a largo plazo de las empresas en la era digital.
No todo es color de rosas. Uno de los desafíos críticos es la resistencia al cambio por parte de los empleados debido a que la automatización puede suscitar temores sobre la pérdida del trabajo y la obsolescencia de habilidades. Sobre esto, es esencial comunicar de manera efectiva los beneficios a largo plazo de la automatización, destacando que su objetivo no es reemplazar a los empleados, sino liberarlos de tareas rutinarias para que puedan centrarse en actividades que requieren creatividad y toma de decisiones.
Por otra parte, la automatización no es una solución aislada, sino que debe ser integrada con los sistemas existentes de la empresa. Esto puede ser complicado y requerir una planificación cuidadosa para garantizar que todos los componentes funcionen de manera armoniosa y eficiente.
Por último, pero no menos importante, los sistemas automatizados requieren mantenimiento regular y actualizaciones para mantener su eficacia a lo largo del tiempo, implicando una inversión continua en términos de tiempo y recursos ya que el aplazamiento de estas tareas de mantenimiento puede llevar a problemas técnicos y reducción de la eficiencia. Como vemos, se abre un gran abanico de posibilidades laborales para los profesionales en ciencias económicas que no estamos explotando al 100% actualmente.
Si sos profesional independiente y no es tu objetivo trabajar para una empresa en relación de dependencia, también es importante saber que la automatización de procesos se ha convertido en una herramienta esencial en la vida cotidiana de aquellos que gestionan un estudio contable. En un entorno donde la precisión, la eficiencia y el manejo de datos son fundamentales, la automatización agiliza tareas rutinarias, como la recopilación de datos, la contabilidad, la generación de informes financieros, la facturación y la conciliación de cuentas.
Al liberar tiempo de estas actividades, los profesionales podemos enfocarnos en la interpretación de datos, la toma de decisiones estratégicas y el asesoramiento a sus clientes que muchas veces se ve deteriorado por falta de tiempo. La automatización no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también permite una mayor dedicación a cuestiones críticas que requieren conocimiento especializado, impulsando la calidad de los servicios ofrecidos y el valor agregado proporcionado a nuestros clientes que confían en nosotros como profesionales.
En un mundo empresarial en constante evolución, la automatización de procesos representa una gran oportunidad para los profesionales en ciencias económicas y para las empresas en general. El cambio de paradigma hacia la automatización no es solo una tendencia, sino un imperativo en un mundo digitalizado. Está en nuestras manos adelantarnos y abrirle la puerta a esta revolución tecnológica y utilizarla como una herramienta poderosa para el crecimiento, la eficiencia y la innovación. Es un camino que promete beneficios significativos y un impacto profundo en el éxito a largo plazo. ¿Estás listo para dar el siguiente paso?
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