Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La docencia al servicio
del ejercicio profesional
Una colega de la Delegación Azul se desempeña como profesora en la Facultad de Agronomía de la UNICEN desde hace más de 30 años. Sus inicios en la docencia, su pasión por la universidad y la importancia de dar clases con un alto contenido práctico, en esta charla con RePro Digital.
La Dra. Mónica Seminara es profesora universitaria en la Facultad de Agronomía de la UNICEN, ubicada en su querido municipio de Azul, desde hace más de 30 años. Contadora Pública y Licenciada en Administración, la docente pretende “llevar a la universidad la experiencia profesional” para compartir con los alumnos la realidad práctica y cotidiana que le toca vivir en su propio estudio contable, siendo el aula el lugar donde sus pasiones se encuentran: la docencia, los temas agropecuarios y el ejercicio profesional.
Desde pequeña, la Dra. Mónica Seminara, Contadora Pública (Tomo 81, Folio 151, matriculada en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires), siempre dijo que su futuro iba a estar ligado al rol del contador público. Lo que suponía que iba a ser un arduo paso facultativo hasta la obtención del título, resultó mucho más: “Cuando entré, nunca más me fui de la universidad”, afirma la Dra. Seminara, quien también es Licenciada en Administración de Empresas. Graduada de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), estudió en Tandil, pero siempre tuvo claro que quería volver a Azul, su ciudad.
“Nunca tuve demasiadas dudas de lo que quería estudiar. Siempre me gustaron los números”, comenta Mónica. “Cuando decís que sos contadora, la gente dice 'estás entre los números'. Sí, uno está entre los números, pero va mucho más allá de los números la profesión de contador. Me gusta muchísimo la gestión para ayudar a la toma de decisiones y resolver temas”, afirma la colega, quien es profesora desde hace 32 años.
Como estudiante, tuvo la oportunidad de ser ayudante alumna en la materia marketing, de la Licenciatura en Administración, el puntapié inicial que la vinculó para siempre con la docencia. “Ahí empecé a caminar la carrera del docente ya como ayudante ad honorem. Evidentemente siempre me gustó esa faceta, y cuando tuve la posibilidad de ingresar a la facultad, desde ahí me encantó siempre lo que es la docencia universitaria”.
Fue “de local” cuando dio el paso al frente del pizarrón, en la Facultad de Agronomía de su querido municipio de Azul. “Por septiembre de 1992, empecé a dar clases porque me invitaron a dar una materia que es administración financiera. Entré como ayudante graduada, al poco tiempo ya concursé como Jefa de Trabajos Prácticos, y ahí ya en este concurso, el jurado me propuso para adjunta”.
Explicar lo cotidiano
La facultad tiene como objetivo formar a los futuros profesionales no solo desde la perspectiva teórica, sino también y fundamentalmente, desde la cotidianidad del ejercicio profesional, generando y explicando situaciones que los colegas tendrán que resolver cuando se inserten en el mercado laboral. “Lo que veo es lo enriquecedor de la relación entre el ejercicio independiente de la profesión y la docencia, donde vos vas transfiriendo tu desarrollo profesional a la academia. Les explicás a tus alumnos los temas y le podés decir la aplicación desde la realidad práctica”, sostiene la profesora, para quien es muy interesante “llevar a la universidad la experiencia profesional, ese valor agregado que podés llegar a tener”. Dentro de la Facultad de Agronomía, donde Mónica también se desempeña como consejera académica, la colega se desarrolla en la Licenciatura en Administración Agraria. “Ingresé al área contable impositiva en lo que eran las asignaturas de contabilidad”, cuenta la Dra. Seminara, siendo el aula el lugar donde sus pasiones se encuentran: la docencia, los temas agropecuarios y el ejercicio profesional.
“Si vos me decís lo que menos me gusta de la docencia, corregir los parciales”, comenta entre risas la profesional, quien se apoya en su equipo a la hora de puntuar los exámenes de los estudiantes. “El ayudante y el JTP hacen la clasificación de los parciales de acuerdo a los resultados, como una tamización, y me pasan para que yo cierre la corrección por grupos de tipos de alumnos: el que está aprobado; el que está en un gris y puede llegar a defenderlo; y el que va a recuperatorio”, se sincera Mónica, al tiempo que agrega: “Me encanta dar las clases”. Más de 3 décadas preparando a los profesionales del futuro denotan su vocación por la enseñanza.
La Dra. Seminara y una clase más en su querida UNICEN. Un Consejo en todo lugar
En Tandil, durante su etapa universitaria, la colega tuvo su primera vinculación con nuestro Consejo Profesional. “Hay muchísimos contadores matriculados que son profesores universitarios en ciencias económicas en Tandil, entonces los profes que nosotros teníamos, nos ofrecieron si queríamos ir al Consejo. Yo tenía una participación bastante activa y ya cuando vine a Azul, directamente fui al Consejo, me matriculé y empecé a participar”, recuerda la colega en diálogo con RePro Digital. “Iba mucho a esas reuniones de Jóvenes Graduados que hacíamos para estar actualizados, las charlas de café, también fui delegada. Ya después, cuando entré a tener mucha actividad profesional independiente y también la actividad en la facultad, me volqué más a estos dos ámbitos porque todo no se puede. Yo tenía mi corazoncito en la universidad”, afirma Mónica, institución que se convirtió en su segunda casa.
Más allá de su cargada agenda profesional, la contadora siempre encuentra un tiempo para la actualización profesional: “Yo desde mi estudio hago el curso que quiero. Antes solo tenía acceso a los cursos que se daban en la delegación, y si no, me tenía que trasladar. Ahora yo miro la agenda de capacitaciones y me tomo un curso en Mar del Plata, en el IPIT, en Trenque Lauquen, y estoy en mi oficina. Esto es impagabale. Si no te capacitás es porque no querés”.
Transformaciones en la enseñanaza
Si bien el coronavirus marcó una época en la historia de la humanidad, algunas soluciones para mantener cierto grado de normalidad que se pensaban transitorias, se volvieron permanentes. “Hubo como una bisagra con la pandemia. Fue un antes y un después, desde el punto de vista de las herramientas que uno utiliza para ejercer la docencia. Todo esto de la virtualidad no se fue más de la universidad. Tenemos las asignaturas en una plataforma Moodle, donde subimos todo. Desde ahí administramos la cursada de las asignaturas”, sostiene Mónica, en una enseñanza mediada por la tecnología.
Si bien no se dan carreras a distancia, las pantallas son de gran ayuda ante los problemas presupuestarios. “A los docentes viajeros se les solicitó que den sus clases vías Zoom. Los chicos van a la facultad, van al aula, pero el docente se conecta por Zoom. Por eso se llaman clases híbridas. La facultad se preparó para eso con la pandemia y ahora tenés esa posibilidad, que vos podés dar la clase y no venir a la facultad, lo cual reduce un montón los costos”.
El aula es el lugar donde las pasiones de la Dra. Seminara se encuentran: docencia, cuestiones agropecuarias y el ejercicio profesional. Más allá de las innovaciones tecnológicas, Mónica mantiene formas analógicas para explicar ciertos conceptos: “Yo rescato muchísimo el pizarrón, el fibrón, que los chicos tomen apunte, yo eso lo sigo tratando de tener presente. Yo tengo todo digitalizado, todos los temas los explico a través de un trabajo práctico. Les dije 'este tema lo voy a dar en pizarrón, con fibrón, porque para mí, lo van a entender mucho mejor si yo lo desarrollo, en vez de estar apuntando con el puntero mostrándoles desde el Power Point'. Llené el pizarrón y lo expliqué con fibrón. Es el formato que yo tengo”.
Para la Dra. Seminara, la cuestión pedagógica es central en la relación con el alumno y un atributo clave para cualquier persona que quiera desempeñarse como profesor. “Hay docentes a los que les falta la pedagogía de la enseñanza. Mucho tiene que ver con los atributos personales de cada uno, pero me parece que una cierta formación psicopedagógica está buena en los docentes universitarios”, remarca la profesional, como un ítem a adquirir para un efectivo desempeño en el aula.
