Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Si bien muchos colegas observan con desconfianza los avances del ChatGPT, lo cierto es que puede ser de suma utilidad en los quehaceres diarios de los contadores públicos. En esta nota, el autor describe las instrucciones que se le puede dar a la IA para que sea de ayuda en el desempeño de la labor de los profesionales en ciencias económicas, y la necesidad de hacer una revisión recíproca entre humanos y máquinas.
Así como lo fueron las computadoras en la década de los ‘80, Internet en los ’90, y los smartphones y las redes sociales en los ’00 y ’10, la Inteligencia Artificial (IA) es y será la gran protagonista tecnológica de la presente década. Más precisamente, la denominada IA generativa.
Consideremos que la Inteligencia Artificial está hace tiempo entre nosotros: filtros de correo electrónico no deseado, recomendaciones de películas en plataformas de streaming, y autos que se conducen solos, todos utilizan sistemas con IA de menor o mayor sofisticación. Sin embargo, tal vez nunca habíamos escuchado el término hasta la llegada del revolucionario ChatGPT.
ChatGPT es una aplicación de chatbot con Inteligencia Artificial, desarrollada por OpenAI y lanzada mundialmente al público en noviembre de 2022, la cual permite a los usuarios conversar con ella como si fuera una persona real. Su presentación en sociedad fue un éxito rotundo: alcanzó el millón de usuarios en tan solo 5 días y, dos meses después, llegaría a los 100 millones de usuarios activos.
El funcionamiento de esta tecnología puede explicarse, a grandes rasgos, si nos adentramos en el significado detrás de sus siglas GPT:
Generativo: Quiere decir que genera contenido nuevo. No da respuestas predefinidas como lo hace el chatbot de un banco, o el de un consultorio médico cuando pedimos un turno. Las respuestas que otorga son generadas en el momento, tal como si un humano estuviera escribiendo.
Pre-entrenado: Los humanos aprendemos mediante entrenamiento: en el jardín, en la escuela y en la universidad, interactuando con otras personas, entrenamos cómo escribir, razonar y comunicarnos. ChatGPT también ha sido entrenado, pero con millones de textos (libros, sitios web y artículos), y es así como ha aprendido a escribir, razonar y comunicarse.
Transformador: Esta tecnología actúa como una especie de traductor, analizando cómo se relacionan las palabras de una oración entre sí, para poder generar respuestas coherentes.
ChatGPT en su versión GPT-4o es muy útil para para redactar, resumir y dar ideas; responder preguntas generales y de actualidad; traducir y analizar información ingresada directamente o a través de archivos de texto, hojas de cálculo o imágenes; y generar código de programación, entre otros usos. A continuación, algunos ejemplos sobre cómo aplicar estas funciones a tareas relacionadas con la profesión contable:
Esta opción de compartir nuestros datos para entrenamiento puede ser desactivada en la configuración del sitio, a costa de no poder acceder al historial de conversaciones, o pagando un poco más por la suscripción Team, la cual no utiliza – según OpenAI – nuestros datos. ¿Estamos violando el Código de Ética al subir estados contables de un cliente para su análisis? ¿Alcanza con borrar la razón social, nombres u otro tipo de identificación de esos estados antes de subirlos? Estas cuestiones deberán ser abordadas por los Consejos y Colegios de todas las profesiones a lo largo del país, pero no será fácil sin normativas generales a nivel nacional con fuerza de ley. Al no haber aún legislación sobre IA en Argentina (simplemente una guía con recomendaciones de uso aprobada por Jefatura de Gabinete en 2023), queda a criterio de interpretación de cada uno qué es ético compartir con estas aplicaciones y qué no.
ChatGPT es una herramienta útil para las aplicaciones mencionadas, pero siempre debemos considerar las limitaciones actuales del modelo.
El próximo gran paso de la IA aplicada a nuestra profesión es su integración generalizada en los softwares de gestión, impositivos y contables que utilizamos habitualmente. Si esto no ocurre, vendrán nuevos aplicativos que sí lo tendrán y marcarán la diferencia respecto a la competencia. En otros lugares del mundo, esto ya está ocurriendo. QuickBooks, el software de gestión contable más elegido por las PyMes estadounidenses, ya incorpora IA en varios de sus módulos. Por citar un ejemplo, el programa importa automáticamente los movimientos bancarios, y recomienda IA en qué cuentas registrar transacciones según varios factores: cómo se registraron movimientos similares en el pasado, la descripción y el monto de la transacción, y el proveedor o cliente involucrado.
En cuanto al avance de los modelos de IA generativa, se espera un salto importante en sus niveles de procesamiento, velocidad y razonamiento de aquí a un par de años. Según Mira Murati, exdirectora de tecnología de OpenAI, el modelo GPT-3 tuvo la inteligencia de un niño, ChatGPT 4 tiene la de un estudiante de secundaria y GPT-5 tendrá un nivel de doctorado. Imagínense las posibilidades: cuantas más aplicaciones a nuestra profesión podremos sumar a la lista, más limitaciones podremos sacar.
El avance de la tecnología es inevitable y, casi sin excepción, ha mejorado la productividad y el bienestar de la sociedad a lo largo de la historia. ¿Por qué este no sería también el caso? Celebremos la llegada de la IA generativa y aprovechemos todas sus ventajas prudentemente.
1. CNBC. ChatGPT's one-year anniversary: How the viral AI chatbot has changed (30 de noviembre, 2023).
2. Código de Ética Unificado de la FACPCE. Artículos 28 y 31.
3. Disposición 2/2023 Jefatura de Gabinete. Recomendaciones para una Inteligencia Artificial Fiable.
4. Digital Trends en español. GPT-5 tendrá inteligencia de nivel de doctorado (2023).
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