Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La Dra. Mariana Heredia es Contadora Pública, Licenciada en Administración y docente universitaria. Además de trabajar en su propio estudio contable, se desempeña como profesora en la sede que la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) tiene en la localidad de Quequen, en su querido municipio de Necochea. En esta charla con RePro Digital, la colega relata sus inicios en la profesión, cómo fue que “descubrió” la docencia y los desafíos a la hora de dar clases.
Los profesionales en ciencias económicas son versátiles. Con sus conocimientos, pueden desempeñarse en un sinfín de áreas para la realización de tareas diversas. Empresas, estudios contables y organismos públicos suelen ser habitados por colegas, alternando con roles de consultoría y asesoramiento. A su vez, muchos de ellos copan las aulas para formar a las futuras generaciones.
La Dra. Mariana Heredia, Contadora Pública (Tomo 145, Folio 173) y Licenciada en Administración (Tomo 7, Folio 212) matriculada en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires, ejerce la docencia desde hace 11 años, cuando concursó para formar parte de la Licenciatura en Logística Integral, carrera que se dicta en la sede Quequén que la UNICEN posee en el municipio de Necochea.
“Si bien no es una carrera que está directamente vinculada con mi formación, hay materias que sí. Economía, Gestión de Recursos Humanos, todo lo que tiene que ver con la gestión de las organizaciones, son materias que en estas carreras son muy consideradas dentro del plan de estudios, por lo que las personas deben conocerlas sí o sí para ingresar a una organización a trabajar”, afirma Mariana en diálogo con RePro Digital, quien consiguió sus dos títulos en la Universidad Nacional de Mar del Plata. “En el 2000, año en el que yo ingresé, teníamos un plan de estudios que nos permitía obtener dos títulos al mismo tiempo, sin opción de elegir uno u otro. La carrera consistía en 6 años, y tenías el título de Contador Público y el de Licenciado en Administración”, agrega la colega.
Si bien en un principio Mariana se sentía más atraída por la contabilidad, “con el tiempo y a medida que uno se va desarrollando, te das cuenta lo importante de la conexión de ambas formaciones”. “La Licenciatura en Administración te provee de un montón de herramientas porque en cualquier tipo de empresa, organización, estudio contable, aparte de todos los recursos materiales financieros, también uno trabaja con recursos humanos”, sostiene la profesional, quien se sumó a la institución en el año 2011 a partir de la Comisión de Jóvenes Graduados, y realizó “muchas capacitaciones en el IPIT, más que nada online, que me han ayudado mucho en la docencia”.
Su primera aproximación a la vida profesional tuvo lugar a poco de terminar la carrera. “Me faltaban unas poquitas materias y empecé a trabajar en una empresa haciendo contabilidad, colaborando con el estudio contable que hacía el balance”, recuerda la Dra. Heredia.
“Estuve varios años ahí y adquirí muchísima experiencia. Cuando fui mamá de mi primera hija en el año 2014, dejé ese trabajo porque necesitaba un poco más de flexibilidad en cuanto a mis horarios”, comenta Mariana. Fue en ese transcurso donde “descubrió” la docencia, lo que le permitió dejar de tener un trabajo en relación de dependencia y abocarse a sus propios clientes. “Empecé con una estructura muy chiquita, pero al mismo tiempo la docencia me daba otra salida laboral y me permitía trabajar de manera más flexible para también dedicarme a mi vida familiar”, narra la colega sobre la decisión de abrir su propio estudio.
En relación a sus inicios en las aulas, la Dra. Heredia hizo su estreno cuando ingresó a trabajar como ayudante diplomada en la materia Economía de la Empresa. “Eso me permitió romper el hielo, siempre fui una persona que le ha costado la exposición frente a un público. Fue un gran desafío”, cuenta la profesional, quien con el correr de las clases fue moldeando su faceta docente y cuya formación universitaria le permitió ser profesora de materias tanto de contabilidad como del campo de la administración. Entre ellas, se encuentran Economía del Transporte y Costos Logísticos y Gestión de los Recursos Humanos de la Licenciatura en Logística Integral, y las asignaturas Liquidación de Sueldos y Administración de Personal, pertenecientes a la Tecnicatura en Administración de Recursos Humanos del Instituto de Formación Docente y Técnica N° 31.
“Este año voy a cumplir 12 años en la docencia y con el tiempo, me di cuenta que realmente me gusta enseñar y poder hacer ese acompañamiento para con los estudiantes”, narra la colega de la Delegación Necochea, para quien “tanto la profesión independiente como la docencia van a la par en mi vida profesional”, en un empate técnico entre ambas actividades.
“Lo que tiene la docencia es que te permite estar en un proceso de enseñanza y aprendizaje continuo, no solamente para los estudiantes sino para uno mismo”, reconoce Mariana, en un rol que te exige “estar actualizado permanentemente en muchísimas temáticas”, haciendo hincapié “en la importancia de poder trasmitir en las clases experiencias de la vida profesional para acercar a los estudiantes lo más posible” a la profesión que han elegido.
Para dar con ese objetivo, la profesora planifica clases que sean teórico-prácticas, ya que “no se puede improvisar en docencia”. “Estar dos horas hablando de contenidos teóricos se vuelve tedioso para mí y para los estudiantes. Trato de llevar todos esos contenidos a la práctica lo más posible y proponer actividades que les permitan a ellos hacer una aplicación real de esos contenidos”.
Claro está que la docencia no solamente se circunscribe al trabajo realizado dentro del aula, sino también al que se hace fuera de ella, por lo que Mariana se enfoca en “pensar actividades y casos para analizar que nos permitan hacer más dinámica la clase, para que no quede solamente en la exposición oral del docente, y buscar la forma de interactuar con los grupos”. En este sentido, la colega propone situaciones de simulación donde los futuros profesionales puedan vivir algún tipo de experiencia cercana al mundo laboral. “Eso hace que uno incorpore los contenidos de una forma más fácil que si solamente leyera el capítulo de un libro”, sostiene con atino la contadora.
Además de que la clase sea dinámica, la Dra. Heredia remarca que otro de los desafíos de ser profesora radica en “que se entienda lo que intento transmitir y por supuesto, pensar qué les queda a ellos de las clases. Que se lleven algo de eso, por más que sea una materia de diseño curricular que la tienen que hacer porque es obligatoria”.
En relación a los “requisitos” para dedicarse a la actividad docente, la contadora nos comparte su listado: “Hay que desarrollar la paciencia. La escucha activa me parece fundamental, como así también, saber marcar prioridades. Qué es lo que debe darse en un primer lugar y qué puede esperar”.
Al igual que Nelson Mandela, quien creía firmemente que “la educación es el arma más poderosa que podés usar para cambiar el mundo”, Mariana también se ilusiona con que el aporte de los docentes tenga un impacto positivo en las futuras generaciones. “Frente a una sociedad tan compleja en la que vivimos, con todas las problemáticas que existen, al ir detectando talentos, alumnos que se van destacando, uno tiene la esperanza de que podemos contribuir a generar un cambio”.