En la actualidad, la Dra. Mariana Saenz elige dedicarse a la docencia a tiempo completo. Es que si bien posee un estudio contable junto a dos colegas, la profesional disfruta de dar clases ligadas a la Administración en la UNNOBA, intentando llevar su experiencia profesional al aula para que sus estudiantes tengan un panorama más realista sobre los pormenores de la profesión que se encuentran cursando. En diálogo con RePro Digital, Mariana narra cómo descubrió su pasión por la docencia, su paso por la profesión independiente y su vínculo con nuestro Consejo Profesional, institución en la que llegó a ser Delegada Presidente de la Delegación Junín.

“A los 19 años empecé con la docencia. Tengo más antigüedad como docente que de profesión”, afirma la Dra. Mariana Saenz, Licenciada en Administración y Contadora Pública (Tomo 117, Folio 62, matriculada en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires), quien, como varios colegas de nuestra institución, se desempeña como docente universitaria.

“Yo estudié en lo que en ese momento era el Centro Universitario Regional de Junín (CURJ), que tenía la carrera de Contador Público dictada por la Universidad Nacional de La Plata. Pero la Licenciatura en Administración la terminé haciendo en un pase a lo que hoy es la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA)”, comenta la colega. Justamente, el CURJ nació en 1990 a raíz de un convenio firmado entre la Universidad de Buenos Aires (UBA), la UNLP y la Municipalidad de Junín, y fue uno de los dos centros regionales sobre los que se construyó la UNNOBA en el año 2002.

Me matriculé apenas me recibí. Al matricularme, empecé a vincularme, y como es una ciudad chica, fuimos varios los colegas que recién recibidos, nos acercamos al Consejo”, relata Mariana, quien luego de iniciar su actividad institucional como Delegada, llegó a ser Delegada Presidenta de su querida Delegación Junín. “Al principio como que no me animaba y finalmente accedí allá por el 2011. Fue una experiencia muy positiva. Al día de hoy sigo en contacto, tengo la matrícula activa y participo en todo lo que puedo”, narra la profesional, quien intenta desde su rol docente conectar a los graduados con el Consejo”. “Uso mi vínculo con la universidad para generar interacción. Muchos de los delegados fueron alumnos míos”, afirma la colega, pasando la posta a las nuevas generaciones.

La Dra. Saenz exponiendo en una de sus tantas clases en la UNNOBA.

A finales del 2003, en el inicio de su recorrido profesional, Mariana se asoció junto a dos amigas para abrir su propio estudio contable. Era todo el sueño de cualquier reciente graduada de contadora, tener dos millones de clientes, algo que nunca sucedió”, ríe a la distancia la profesora, en una sociedad que no tuvo el resultado deseado. En el 2008, la Dra. Saenz volvió a apostar por la profesión independiente, tanto que barajó y dio de nuevo, asociándose a dos colegas para crear un estudio que mantienen hasta la actualidad. “Hoy por hoy, en el estudio me dedico a lo que son cuestiones más independientes, trabajos que empiezan y terminan, como puede ser una selección de Recursos Humanos, un análisis de costos. Ejerzo más la licenciatura. Ellas son las que están full time en el estudio”, agrega Mariana, aportando su impronta desde la arista de la Administración.

Tengo más antigüedad como docente que de profesión.

Profesora a tiempo completo

“Tengo una dedicación prácticamente exclusiva a la universidad. Yo me dedico completamente a la educación superior hoy”, afirma la colega en diálogo con RePro Digital, quien en la vocación encontró una salida laboral que cada vez convoca a más profesionales de las ciencias económicas. Siempre estuve en la rama de Administración como docente. Nunca di contabilidad ni impuestos, a pesar de tener una especialización en tributación, pero no es lo que elijo para la docencia”, se sincera la Dra. Saenz, al tiempo que recuerda sus inicios en las aulas: “Cuando aprobé mi primera materia con su final, me convocaron a ser ayudante alumna. Era Administración I en el Centro Regional”.

Entre los motivos que la llevaron a iniciarse en la docencia, Mariana detalla: Yo primero lo pensé como una devolución a la universidad pública, a algo que bancábamos entre todos y que mi mamá, mi abuela, mi tío, el vecino que ni siquiera tenía hijos que estudiaban en la universidad, con sus impuestos, estaban haciendo el esfuerzo por todos los que podíamos estudiar”, narra la profesional, primera graduada universitaria de su familia, con un gran sentido de responsabilidad para con la educación pública “Yo estuve trabajando ad honorem como docente 8 años, y no me importaba. Después me di cuenta que podía ser una salida laboral”, completa con atino la contadora.

Sobre las cuestiones que más disfruta a la hora de dar clases, la Dra. Saenz afirma: “Me gusta mucho la interacción con el estudiante, el vínculo, el crecimiento, el desafío de tener que estar siempre en lo que viene, porque los chicos vuelan, estudian en Google antes que en una universidad, entonces para que ellos quieran ir a la universidad, vos tenés que estar en una condición de formación. Mi fuerte o lo que a mí más me conecta con el estudiante es por ahí la cercanía o el poder tener un diálogo”.

La Dra. Saenz y sus estudiantes posan para la “selfie”.

Planificación y flexibilidad: cuando la clase también te sorprende

Entre el trabajo invisible de los profesores, se encuentra el armado de la clase. “Vos tenés un programa que tenés que dar, contenidos mínimos que tenés que cubrir. Uno puede planificar y cuando llegás al aula, tenés un conjunto de alumnos que tienen realidades completamente diferentes. Recién ahí vas a poder ver si podés reorganizar lo que tenés planificado para que funcione”, narra la profesora, quien agrega que más allá de la flexibilidad, el docente “debe tener mucha seguridad de cuáles son los contenidos que tenés que brindar sí o sí, y qué cosas condicionan el aprendizaje del estudiante en su perfil profesional por más que las cosas cambien en el aula”.

Yo estuve trabajando ad honorem como docente 8 años, y no me importaba. Después me di cuenta que podía ser una salida laboral.

Uno tiene que cambiar un poco su estrategia y detectar cuáles son las capacidades que tienen sus estudiantes en relación al proceso de aprendizaje que tienen que hacer. A veces un mecanismo virtual les deja mejores aportes que uno escrito, pasar un video en vez de un texto o una filmina es el tipo de cosas que apunta a reconocer inteligencias múltiples. La persona puede aprender lo mismo con un mecanismo distinto”, sostiene Mariana, para quien sería un error resistirse a la tecnología”. “Uno nunca termina de adaptarse a lo que hay que ya tiene que estar pensando en lo que viene. Pero sí tener criterio. No a todo, ni para todo, ni en todo momento”.

Para la Dra. Saenz, el ejercicio de la profesión es un complemento importante para la docencia, porque “uno tiene que saber de la calle para formar al estudiante de una manera adecuada. Los libros traducidos de Estados Unidos no son la realidad de Junín”.

Para eso, Mariana quiere que haya aún más profesionales en ciencias económicas en las aulas, rol que para ella “requiere un esfuerzo muy parecido al de la profesión, en un sentido del estudio y también de la formación como docente”, para el que se deben tener herramientas padagógicas. “El contenido teórico no llega milagrosamente por ósmosis, es un perfil adicional que uno tendría que entrenar y que puede hacerlo”, insiste la profesora, en una invitación a formar parte del desarrollo de las futuras camadas de colegas.


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