Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Corazón gaucho
La matrícula del Consejo Profesional está integrada por profesionales que no nacieron en nuestro país pero que por alguna razón luego se radicaron aquí. El Dr. Fernando Sainz de la Maza, hoy viviendo en José León Suárez, es brasilero de nacimiento pero argentino por elección.
ARTÍCULO PUBLICADO EL viernes 16 de noviembre
Edición N. 106 - Noviembre / Diciembre 2018
DÓNDE NACIERON
Promediando la década de 1970, un grupo de siete argentinos fueron convocados a intentar salvar de una crisis financiera un frigorífico brasilero. Tarea difícil, pero no imposible. Entre los que partieron hacia el vecino país se encontraba Don Sainz de la Maza quien viajó acompañado de su mujer y dos hijos. Pasó el tiempo y el trabajo se prolongó, como así también la familia Sainz de la Maza que, en ese tiempo, sumó otros dos integrantes. El último, nacido el séptimo día del año 1975, fue el Dr. Fernando Sainz de la Maza (Delegación San Martín).
El Dr. Fernando Sainz de la Maza junto a su familia. “En ese momento mis padres empezaron a evaluar si se iban a quedar en Brasil y seguir en ese estilo de vida que en la parte afectiva los hacía extrañar mucho Argentina. Esto duró un tiempo más y finalmente, cuando tenía 3 años, nos volvimos y radicamos en el país, cerca de los afectos”, comenta el profesional.
Primero llegaron a Adrogué, en la zona sur del Gran Buenos Aires. Durante algunos años vivieron allí y luego se mudaron a Lomas de Zamora. “Después de un paso por Villa Ballester, ya casado, nos terminamos radicando con mi esposa en José León Suárez donde vivimos actualmente”, explica al detalle.
Recibido de Licenciado en Administración y luego de Contador, el Dr. Sainz de la Maza es “un 99,9% argentino” según sus palabras y en tono de broma comenta: “No conservo ni el idioma. Intenté hacerlo en la Facultad pero no tengo la facilidad y se me mezcla mucho con el inglés.
Vista panorámica de la ciudad de San Pablo. En mi familia se dio algo particular y es que los que son argentinos saben hablar muy bien el portugués porque vivieron 7 años allá, pero los dos que somos brasileros, no”.
Si bien volvió al país carioca, no visitó la ciudad que lo vio nacer y aun conserva la ciudadanía brasilera. “Todos los años, hasta los 33, había que presentarse en el consulado a firmar un consentimiento de estar dispuesto a hacer el servicio militar en caso de que Brasil lo requiera”.
Hoy, a más de 40 años de haber visto por primera vez el sol paulista, reparte su vida entre el trabajo y su familia de cuatro integrantes.
