Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
En un acontecimiento trascendental para este Consejo Profesional el pasado martes 30 de junio tuvo lugar la primera ceremonia de juramento en la modalidad a distancia, utilizando tecnología de comunicación no presencial.
Dando cumplimiento a normativa legal y reglamentaria, y bajo estrictos protocolos, dos profesionales graduados en Ciencias Económicas prestaron el juramento de ley.
Los dos profesionales que se constituyeron en los primeros colegas que se incorporaron a este Consejo a través de la nueva herramienta fueron: el Dr. Aníbal O. Martínez –Contador Público graduado en la Universidad de Buenos Aires– y el Dr. Marcelo G. Fernández –Contador Público graduado en la Universidad Nacional de Rosario–.
Después de miles de juramentos tradicionales -más de 300 solo en la última década-, el pasado martes 30 de junio tuvo lugar la primera ceremonia de juramento en la modalidad a distancia, utilizando tecnología de comunicación no presencial. El acontecimiento inauguró una serie de actos con las mismas características que le siguieron a continuación y al momento de publicar este artículo ya son 38 los graduados que se sumaron a la Institución en cumplimiento de la normativa legal y reglamentaria, y bajo estrictos protocolos establecidos en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Los dos profesionales que se constituyeron en los primeros colegas que se incorporaron a este Consejo a través de la nueva herramienta fueron el Dr. Aníbal O. Martínez –Contador Público graduado en la Universidad de Buenos Aires– y el Dr. Marcelo G. Fernández –Contador Público graduado en la Universidad Nacional de Rosario–.
“Esta nueva experiencia que rompe con el esquema tradicional de la presencia física, apretón de mano, etc., ha sido excelentemente suplida por las autoridades del Consejo quienes han llevado el acto de manera fluida, cordial, transmitiendo los objetivos y metas del Consejo, como así también en un ambiente de calidez humana, lo que uno aprecia no sólo con las palabras sino también con la gesticulación que complementa lo que uno puede manifestar de forma verbal o escrita y ese aspecto en mi opinión ha sido relevante y destacable”, expresó el Dr. Martínez en relación al juramento de ley que se desarrolló dando cumplimiento a la normativa legal y reglamentaria, y bajo estrictos protocolos. Por su parte, ya matriculado en la Camara II de Santa Fe, donde no se celebra un juramento, el Dr. Fernández aseguró: “Esta ha sido mi primera vez, después de 37 años de ejercer la profesión, fue muy gratificante”.
El acto fue encabezado por el Presidente del Consejo, Dr. Hugo R. Giménez, quien subrayó que se trata de “un acontecimiento trascendental para este Consejo Profesional” que marca un “hito en el recorrido de esta institución con más de 70 años de historia”.
Luego, como es costumbre en estas ceremonias, el Presidente destacó “la suma importancia que este acontecimiento tiene para el Consejo” y resaltó la oferta de “capacitación constante a través de nuestro Instituto de Posgrado e Investigación Técnica”. Finalmente preponderó las iniciativas de acción, previsión y seguridad social.
El Dr. Giménez estuvo acompañado por el Dr. Luis. A. Calatroni, Presidente de la Caja de Seguridad Social y la Dra. Diana S. Valente, Secretaria General del Consejo.
Minutos después de jurar desempeñar lealmente la profesión, el Dr. Martínez reconoció el esfuerzo que viene realizando el Consejo “en adecuar las tecnologías a los procesos, dando cumplimiento a las normas legales y con el propósito de lograr, en el actual escenario que ha tenido impacto a nivel mundial, el desarrollo de la profesión y poder concretar, en el día de la fecha, el juramento para ejercer la profesión en la Provincia de Buenos Aires".
En sintonía, el Dr. Fernández aseguró: “Para los que antes dependíamos de tener lápiz y papel, libros tabulados y calculadoras manuales, estos sistemas como el que hemos usado en esta reunión virtual no eran ni pensados”, y manifestó su alegría por haberse sumado al Consejo Profesional y “por el cálido recibimiento de los colegas”.
El Dr. Marcelo Fernández analiza el avance de las tecnologías de digitalización y asegura: “Hace años que vengo utilizando distintos sistemas remotos con mis clientes, pero la presencia personal en las empresas sigue siendo importante, básicamente en reuniones informativas o para la toma de decisiones. Además de la visualización en las mismas por las tareas de auditoria”.
Convencido del potencial de las nuevas tecnologías, el Dr. Fernández considera que volver a las prácticas profesionales habituales en tiempos de biblioratos “sería un error” ya que “hoy se puede trabajar con mas información y en menor tiempo”, gracias a herramientas “que facilitan mucho el trabajo en la profesión”.
El Dr. Aníbal Martínez detalla que “hoy los pequeños comerciantes y PyMEs cuentan con equipos de computación y acceso a internet, ello permite que el cliente archive electrónicamente la documentación ya sea recibida en ese formato o digitalizando con dispositivos de escritorio o móvil” y agrega: “La posibilidad de conectarse a la PC del cliente y acceder a dichos archivos como su envío mediante mail, son herramientas de gran utilidad y que permite que grandes volúmenes de documentación sean recibidos o remitidos sin grandes contratiempos”.
En consecuencia “hoy son pocas las tareas que requieren contacto presencial con el cliente”, comenta el Dr. Martínez y precisa: “básicamente el contacto presencial está vinculado a temas de gestión comercial, impositivo o administrativo, ya sea cuando nos encargan evaluaciones o entregamos conclusiones, como así también la clásica visita a fin de tratar algún tema puntual del negocio”. Finalmente sostiene al respecto: “Para quienes desarrollamos actividades específicas como ser por ejemplo la Prevención del Lavado de Activos, las capacitaciones presenciales o por videoconferencia logran mejores resultados ya que uno va viendo cómo los participantes van asimilando los conceptos y percibir si alguien va generando dudas”.
La práctica del juramento, como el que toma nuestro Consejo Profesional a los nuevos matriculados que se incorporan a la institución, es una costumbre ancestral. La expresión deriva de las voces Latinas “jurf” o “juramentum”, que refieren al acto de contraer a conciencia algún compromiso y para ello se apela al honor y los principios, comúnmente invocando a divinidades religiosas.
Pitágoras y sus discípulos creían que el juramento debía invocarse a la divinidad de Dios y su Creación, a conservarla en cierto orden. Por su parte, los egipcios no sólo juraban por sus dioses con forma humana, sino también por el buey y el cocodrilo, además de jurar por el ajo y otras legumbres.
Los persas en sus juramentos ponían de testigo al sol como astro vivificador, mientras que los escitas juraban por el aire como principio de la vida e imagen de la libertad y por el hierro de sus armas como una de las principales causas de la muerte como pueblo guerrero que era. Finalmente, los griegos y los romanos juraban por todos sus dioses, tanto los propios como los importados de sus conquistas y lo hacían con la mano derecha como símbolo de la fidelidad.
En nuestra institución, la Ley 10.620 en su artículo 20° señala: “Para su matriculación en la respectiva profesión el solicitante deberá cumplir los requisitos que el Consejo directivo establezca y prestar juramento de desempeñarla de acuerdo con normas éticas observando las Constituciones y leyes nacionales y provinciales”.
Además del juramento solemne que toma el Consejo Profesional, existen otros tipos de juramentos institucionales como el juramento judicial, que se toma de oficio a cualquier individuo, antes de declarar ante el juez y el juramento de fidelidad que se pronuncia al celebrar matrimonio religioso.
Incluso el juramento a la Bandera Argentina, que se celebra en las escuelas del país y con el cual los alumnos prometen con lealtad “defenderla, respetarla y amarla”, conmemorando la jura que Manuel Belgrano tomó a sus soldados el 27 de febrero de 1812, en Rosario, a orillas del río Paraná.