Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La Dra. María Luján Marcón falleció en 1993 y desde entonces el Consejo Profesional y la Caja de Seguridad Social se pusieron a disposición de su esposo, el Sr. Emilio Marchetti, para acompañar la formación universitaria de su hijo Lucas con la entrega de la Beca para hijos de profesionales fallecidos. Lucas se graduó y en agradecimiento Emilio donó una colección de artesanías que él mismo produjo.
La Dra. María Luján Marcón falleció en 1993 y desde entonces el Consejo Profesional y la Caja de Seguridad Social se pusieron a disposición de su esposo, el Sr. Emilio Marchetti, para acompañar la formación universitaria de su hijo Lucas con la entrega de la Beca para hijos de profesionales fallecidos. Lucas se graduó y en agradecimiento Emilio donó una colección de artesanías que él mismo produjo.
“Siento que esta donación representa una reparación histórica que yo tengo con ustedes. Cuando enviudé mi hijo tenía 7 años y desde ese momento el Consejo y la Caja estuvieron presentes, prestando subsidios para sus estudios primarios, secundarios y universitarios. Actualmente él es Doctor y está trabajando en el CONICET”, relató Emilio Marchetti el pasado jueves 19 de octubre de 2017 en diálogo con RePro Digital cuando se formalizó la donación con un emotivo acto en Sede Provincial.
“Él” es su hijo Lucas que a partir de sus estudios secundarios en una escuela técnica que tenía la especialización en Técnico Químico decidió luego ingresar a la Facultad de Ciencias Exactas y tras el ciclo común optó por la Licenciatura en Ciencia y Tecnología de Alimentos.
“Desde chico era consciente de la participación del Consejo, del aporte que hacía. Más que nada por lo que me contaba mi papá. Esa participación estaba considerada dentro del funcionamiento de la familia”, recuerda Lucas y subraya: “Por supuesto ayudó en la etapa como estudiante”.
Único hijo de la pareja, flamante padre de una hermosa beba, Lucas relata: “Durante mi paso por la secundaria, mi papá administraba la beca; pero luego en la universidad me dio la libertad de disponerla y la destinaba para cuestiones básicas”, luego agrega: “Fue muy útil, fue una ayuda importante”.
En sintonía Emilio afirma: “Esa presencia activa que tuvo el Consejo Profesional representó siempre una satisfacción y el agradecimiento lo llevaré de por vida”.
En la eterna batalla por superar la pérdida de un ser querido, Lucas peleaba a su vez con los exámenes universitarios y Emilio con el desafío de pulir al detalle las figuras en escala de soldados que lucharon durante las guerras napoleónicas.
“Siempre tuvo facilidad para la artística, de lo que yo no heredé nada”, bromea Lucas en alusión a las artesanías que confecciona su padre y amplía: “Fue al jubilarse cuando más tiempo le dedicó aunque siempre fue como un hobby que tuvo, una descarga”.
Ahora ya graduado, Lucas trabaja en un centro de investigación vinculado al CONICET en La Plata, entidad donde supo desempeñarse su madre de la que conserva fotos entrañables.
“Recuerdo algunos viajes, algunas vacaciones con ella en Mar del Plata; las fotos siempre ayudan”, expresa con nostalgia. “Tengo fotos en la casa donde ahora vive mi papá, hay una en el patio que tengo muy presente”, concluye.
“Como enseñanza, por lo que me narra mi viejo, siempre fue una persona muy estudiosa y correcta”, afirma Lucas Marchetti y culmina: “Trato de seguir ese ejemplo lo mejor que puedo”.
El sistema de Acción Social acompaña en los momentos difíciles con subsidios por distintas incapacidades, por nacimiento y adopción, por fallecimiento y becas de estudio para hijos de profesionales fallecidos hasta los 25 años.